jueves, 5 de agosto de 2010

Final de la guerra civil (Parte I)

Lavalle se retiró hacia la provincia de Córdoba, pero al entrar en ella fue derrotado en la batalla de Quebracho Herrado, lo que lo obligó a retirarse a Tucumán. Allí se reunió y se separó nuevamente de Lamadrid, que marchó a invadir Cuyo. El jefe de su vanguardia, Mariano Acha (el que había entregado a Dorrego en manos de Lavalle), venció a José Félix Aldao en la batalla de Angaco, pero fue rápidamente derrotado y ejecutado. Unas semanas más tarde, Lamadrid se hacía nombrar gobernador de Mendoza, munido de las facultades extraordinarias tan criticadas, sólo para ser pronto derrotado en Rodeo del Medio. Los sobrevivientes emigraron a Chile.
Lavalle esperó a Oribe en Tucumán, y allí fue derrotado en la batalla de Famaillá, en septiembre de 1841. Su aliado Marco Avellaneda fue ejecutado, y el mismo Lavalle murió en un tiroteo casual en San Salvador de Jujuy. Sus restos fueron llevados a Potosí, donde también se refugiaron los últimos unitarios del norte.
Los antirrosistas, sin embargo, tuvieron un éxito inesperado en Corrientes, donde el general Paz destrozó el ejército de Echagüe en Caaguazú. Desde allí invadió Entre Ríos (simultáneamente con Rivera) y se hizo nombrar gobernador. Un conflicto con Ferré le obligó a huir, dejando sus fuerzas en manos de Rivera.

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